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..entre sustos y huesos rotos..

el miércoles comía con mi novio y de pronto recibí un mensaje en mi celular: joel está en el hospital, se cayó y se fracturó la mano... inmediatamente llamé a mi exmarido para saber qué pasaba y ya me explicó bien todo..

las mamás no podemos negar nuestra naturaleza de intentar ser la mujer maravilla ante nuestros hijos y acudir a su rescate en cualquier momento, no importando la situación o la realidad del momento..

así sucedió, manejé al hospital como loca, llegué y vi a mi hijo tendido ahí, esperando las radiografías.. en cuanto me vió empezó a llorar y yo reaccioné justo como mi mamá reaccionaba ante situaciones semejantes: lo reprendí, le dije que no lo iba a compadecer y que tenía las consecuencias de la desobediencia.... después me salí y lloré sola en el pasillo, tomé aire y volví a cuidarlo.. ahora supongo que mi mamá hacía lo mismo mientras todo pasaba..

Dios me dió la fortaleza necesaria para enfrentar el problema, sacar adelante los contratiempos y encontrar la solución inmediata para el tratamiento de mi hijo... sí, fue un gran susto, pero si analizo tooooodo lo que pudo pasarle cuando creyéndose el hombre araña andaba saltando de un techo a otro, un brazo roto es lo mínimo dentro de todas las posibilidades, así que no cabe duda que la mano de Dios estuvo con él en cada salto.. y eso es para agradecerse..